Emprender en tiempos de crisis puede parecer una temeridad, pero también tiene sus ventajas: las pequeñas empresas de nueva creación se adaptan mejor a los cambios, sorteando más fácilmente las situaciones adversas que aquellas que ya cuentan con un largo recorrido.
¿Por qué emprender en tiempos de crisis?
Hay sectores que pueden verse beneficiados por los tiempos de crisis, algo que ya fue palpable en la crisis de 2008, que dio pie a que surgieran nuevos modelos de negocio enfocados en el low-cost, el renting, la economía colaborativa y sus variantes (los ‘co-’, ‘crowd-’, ‘-sharing’, etc) o en el modelo ‘tech’ (‘fintech’, ‘securtech’, ‘proptech’, etc).
Y es que, ante un cambio de paradigma, siempre hay quién sale perjudicado, pero también quién sale beneficiado. Se dice que la palabra ‘crisis’ en chino se compone de caracteres que significan a su vez peligro y oportunidad; y aunque esta traducción no es exacta del todo, encierra la idea de que un mal momento también puede ser provechoso.
Además, como decíamos antes, las empresas de nueva creación lo tienen más fácil para lidiar con los escenarios inciertos, dado que tienen una infraestructura (humana y material) más pequeña, que les permite adaptarse más rápidamente a los cambios. La flexibilidad se destaca así como una de las claves para emprender en tiempos difíciles.
Por otro lado, muchos emprendedores que tenían una idea desde hace tiempo han visto en este parón por el coronavirus la oportunidad de desarrollarla. Otros muchos han podido detectar en estas semanas una nueva oportunidad en el mercado.
Consejos para emprender en tiempos de crisis
Aunque emprender nunca es fácil, y las circunstancias actuales pueden complicarlo todavía más (a nivel financiación, papeleo, etc.), te damos unos consejos para hacerlo con éxito.
-Adáptate al nuevo paradigma. Es de suponer que los cambios en la sociedad fruto de la crisis del coronavirus se mantengan durante un tiempo. De hecho, muchas de las nuevas costumbres adoptadas durante este periodo serán susceptibles de transformar los comportamientos sociales (y, con ello, los del mercado) para siempre.
Algunos de los negocios que pueden triunfar en el nuevo paradigma son aquellos relacionados con el equipamiento de ocio en el hogar, la e-salud, la formación online, la tecnología para el trabajo, el acceso a la cultura o la restauración a domicilio. Algunos de estos negocios ya se habían visto impulsados tras la crisis económica de 2008.
-Apuesta por el mercado tecnológico. La digitalización de la sociedad va a hacer que las empresas nacientes adquieran tecnología para simplificar todos sus procesos. Por otro lado, la tecnología es transversal en muchos de los variados modelos de negocio que pueden surgir, que deben echar mano de apps o webs para articularse con sus clientes, como por ejemplo Sabio, una App para gestionar rutas de cobranza de manera ágil y fácil.
-Sé flexible. No sobrevive el más fuerte, sino el que tiene mayor capacidad de adaptación. Lo que dijo Darwin en su día, aplicado a la teoría de la evolución de las especies, también puede servir de dogma del emprendimiento.
Es esencial trazar un plan o tener previsiones de cómo van a evolucionar las cosas, pero un emprendedor no puede abandonarse solo a eso. Debe tener un ojo permanente en el mercado y adaptarse a los giros inesperados de este: surgimiento de competencia, cambios en la demanda, en las modalidades de consumo, etc.
Si bien hay que adaptar los planes o los productos/servicios según el devenir de los acontecimientos, ¿por qué no hacerlo también con el lugar de trabajo? Las oficinas flexibles pueden facilitar la labor de los emprendedores, dado que pueden ampliarse o menguar según las necesidades de las nuevas empresas, para que estas puedan crecer a su ritmo, sin pagar más metros cuadrados de los que (por el momento) necesitan.
-Busca la diferenciación. Buscar aquello que distingue a la empresa de la posible competencia es algo que se debe hacer siempre, pero que cobra una especial importancia en tiempos de crisis.
-No des nada por sentado. Ya sea en la financiación, búsqueda de socios, ayuda de entidades, etc., no renuncies a ciertas cosas porque crees que vas a recibir un ‘no’ como respuesta. Lo mismo con los ‘síes’, dado que nunca conoces al 100% la situación interna de las organizaciones, instituciones o compañías a las que recurres. Aprender a lidiar con la incertidumbre es uno de los aspectos más importantes para conseguir avanzar en el camino del emprendimiento.
Articulo original: www.firstworkplaces.com